Los pacientes que padecen obesidad representan un verdadero desafío para el anestesiólogo desde el punto de vista técnico e intelectual, ya que su condición física incrementa el riesgo de sufrir alguna complicación durante la operación, por lo que se deben aplicar diferentes técnicas dependiendo de las necesidades de cada paciente.
Es por esto, que antes de una intervención quirúrgica se debe realizar una valoración preanestésica, la cual incluye:
- La elaboración de una detallada y minuciosa historia clínica del paciente, en la cual se deben considerar todas las posibles enfermedades asociadas a estos pacientes. La obesidad se ha asociado con el concepto de vía aérea difícil con una incidencia del 15 por ciento, así una circunferencia del cuello mayor a 44 cm podría incrementar en un 5 por ciento las complicaciones de la intubación, y una circunferencia mayor a 60 cm incrementa en un 35 por ciento el riesgo.
- Los pacientes obesos están en riesgo de padecer una serie de alteraciones respiratorias, por lo que la valoración de la función respiratoria es fundamental. Las alteraciones en la función respiratoria en estos pacientes habitualmente incluyen el Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño, el Síndrome de Hipoventilación por obesidad (SHO) y alteraciones respiratorias restrictivas.
- Los pacientes obesos presentan un potencial trombogénico mayor debido al incremento en la viscosidad de la sangre. También está relacionada con el Síndrome de Aspiración Ácida, reportada en una de cada 3 mil 216 anestesias, se asocia frecuentemente con el vómito durante una anestesia, y el 33 por ciento durante la laringoscopia y 36 por ciento durante la extubación.
- Antes de empezar el procedimiento anestésico, la posición apropiada para estos pacientes requiere de la colocación de almohadas o toallas bajo los hombros, con la cabeza elevada y el cuello extendido.
Uso de anestesia regional en el paciente con obesidad
La anestesia regional en el paciente obeso puede ser técnicamente difícil debido a las dificultades para identificar las estructuras óseas. Los requerimientos de anestésico local están reducidos de 75 a 80 por ciento de lo normal en el paciente obeso mórbido, debido a la infiltración grasa y el incremento del volumen sanguíneo causado por el incremento de la presión intra abdominal reduciendo el volumen del espacio epidural.
Las complicaciones pulmonares son muy comunes en el paciente obeso ya que pueden ser más sensibles a los efectos de las drogas sedantes y anestésicas, así como para el tiempo de eliminación de dichos fármacos. Asimismo, la obesidad se asocia con la disminución en la capacidad de mantener oxígeno en los pulmones por la compresión del diafragma (músculo encargado de la respiración), disminución en la capacidad de captación de oxígeno así como con la expansión de los pulmones, lo que condiciona respiraciones superficiales, rápidas y poco efectivas.
Medidas post quirúrgicas
Posterior a la cirugía se recomienda el retiro de la ventilación mecánica debido al alto riesgo de neumonía asociada, la movilización temprana, la posición sentada o semi-sentada, medidas de inhaloterapia y fisioterapia respiratoria, vigilar datos de tromboembolismo, y funcionamiento cardiaco y el inicio temprano de la dieta enteral o parenteral.
Finalmente, ya que los pacientes con obesidad presentan complicaciones anestésicas en un 30 por ciento más que en aquellas personas que no lo son, es imprescindible que antes de realizarse un procedimiento anestésico se realicen las pruebas necesarias para saber a qué se enfrentará el equipo médico y con ello proteger la Salud del paciente.