Durante el tratamiento de tumores de localización en cara y cuello con radiación, varios órganos sanos pueden estar recibiendo una dosis considerable: la piel, los labios, la nariz, la mucosa de la boca y garganta, los dientes, las glándulas salivales, el esófago, la tiroides, la laringe, la médula espinal, entre otras. A consecuencia de esto, los efectos secundarios que se pueden presentar a partir de los primeros días del tratamiento y hasta 4 o 6 semanas después de terminarlo son: cansancio, pérdida de apetito, quemadura en la piel de grado variable con descamación y cambio de color de la misma, caída del vello facial o cabello de la nuca, úlceras dolorosas en la mucosa de boca y garganta, dolor al tragar los alimentos o líquidos, disminución o pérdida del sabor de los alimentos, boca seca con saliva muy espesa, náuseas, vómito y ronquera. Meses o años después del tratamiento con radiaciones pueden persistir boca seca, alteraciones en el sabor de los alimentos, dificultad para tragar los alimentos, caries dentales, ronquera, inflamación del cuello o cara, hipotiroidismo, depilación, contractura de los músculos de la cara o del cuello, engrosamiento de la piel radiada y en menos de un 5% de los casos necrosis de piel o del hueso de la mandíbula.
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La intensidad de estos efectos secundarios varía de persona a persona, por lo que es casi imposible predecir cómo responderá cada paciente al tratamiento. Con el fin de minimizar la posibilidad de estos efectos secundarios es recomendable hacer enjuagues con agua y bicarbonato de 3 a 4 veces al día, tomar agua constantemente, evitar alimentos ácidos, duros, muy calientes o muy fríos; evitar el alcohol, no rasurarse, evitar usar playeras, camisas o blusas de cuello ajustado, evitar exposición prolongada al sol y evitar acudir al tratamiento con cremas o aceites en la piel que recibirá la radiación. Además, antes de iniciar radiaciones en la boca es importante acudir con un dentista para ver si es necesario que se retire alguna pieza dental o atender alguna carie, así como cubrir los dientes con flúor para evitar caries por la radiación. Una vez radiada la boca, no podrán realizarse cirugías dentales sino hasta 1 año después del tratamiento. Se programarán consultas cada 2 o 3 semanas durante el tratamiento para la detección y el manejo específico de estos efectos secundarios.