Después de unas largas y merecidas vacaciones, ¡ahora es momento de regresar a clases! A muchos niños les emociona reencontrarse con sus amigos, mientras que a otros experimentan estrés por el regreso a la escuela. Es por eso que te brindaremos algunos consejos de cómo detectarlo y actuar ante ello.
El estrés por el regreso a clases es algo normal en todos los niños y existen síntomas más comunes como dificultad para dormir, pérdida de apetito, irritabilidad, retraimiento, dolores de cabeza/estómago, llantos y rabietas.
Sin embargo existen diferencias individuales, por lo que cada niño enfrenta el regreso a clases de manera diferente. Es esperable que tengan algo de activación frente a la vuelta a clases, es decir mayor inquietud y que expresen nerviosismo y ansiedad.
Los niños emocionados por el regreso a clases se alegran con la idea de volver a ver a los compañeros y lo toman con naturalidad, por lo tanto el nerviosismo es casi imperceptible. Sin embargo, para otros es un momento donde la tensión aumenta, porque se inicia un nuevo período de exigencias, se retoma la rutina, deben volver a levantarse temprano, hacer tareas, estudiar, cumplir con la disciplina de la sala de clases, acostarse temprano y en consecuencia dejan de contar con el tiempo libre del período de verano, lo que resulta poco atractivo y les genera malestar.
El papel de los padres es muy importante al regreso a clases. Para detectar si un niño está estresado por esto es vital ponerle atención, observarlo y escucharlo, ya que la ansiedad tiene manifestaciones a nivel físico, del pensamiento y de la conducta. ¡Procura ser empático y remarcar los aspectos positivos de la escuela!
Es importante destacar que la ansiedad es una emoción esperable, que surge frente a las situaciones estresantes y que nos prepara para enfrentarlas, por lo tanto no se puede evitar pero sí intentar manejar para mantenerla en un nivel normal.
Escucha activamente lo que te dicen
Sé capaz de ver más allá de lo evidente. Acércate a tus hijos, indaga cuáles son las sensaciones que están experimentando, validándolas y conteniéndolos afectivamente. Es importante evitar anular las emociones que nos muestran. Al contrario, hazles ver los aspectos positivos del regreso a clases.
Ayúdalos a visualizar y focalizarse en los aspectos positivos del colegio
Al identificar en conjunto los beneficios que tiene asistir a clases, por ejemplo aprender cosas nuevas, jugar con los amigos en los recreos, etc.
Restablece los horarios utilizados durante el año escolar
Para la alimentación, dormir, estudio. Esto les ayudará a hacer más fácil la reincorporación a sus actividades habituales.
Después de las vacaciones, el recuperar el horario escolar suele ser pesado y tardado
Para ayudarlos a dormir, es fundamental que el ruido y la luminosidad del ambiente disminuyan a una hora establecida y se realice una rutina que los prepare para dormir, como ponerse pijama.
Para ti como padre es importante mantener la calma
Considera que si estás estresado es posible que tus hijos lo resientan y se convierta en un círculo de interacción problemático. Marcar la disciplina de transición vacaciones-escuela con anticipación para lograr que esta etapa sea lo más agradable posible.
Realiza los preparativos de forma divertida ayuda a disminuir este estrés
Es recomendable disfrutarlos junto con ellos. Si ellos ven que a ti te divierte o entretiene, a ellos también los divertirá.