El lupus eritematoso sistémico (LES) es una enfermedad reumática condicionada por una respuesta anormal del sistema inmunitario, donde el organismo ataca por error a sus propias células. A esto se le llama autoinmunidad y puede afectar a cualquier órgano.
Hasta el momento no hay un factor específico identificado que desencadene esta respuesta anormal. Existe participación de factores hereditarios como tener familiares con enfermedades autoinmunes, factores hormonales, los cuales predisponen a las mujeres en etapa fértil, así como otros factores ambientales, por ejemplo, la radiación ultravioleta, la presencia de agentes virales, el estrés, e incluso algunos fármacos.
EL LES afecta principalmente al sexo femenino, pero no se excluye el diagnóstico en los varones, género en el que se presenta con mayor agresividad. Aparece principalmente en personas jóvenes, pero no está exento de presentarse en cualquier etapa de la vida.
De manera normal, el sistema inmunitario reacciona ante agentes extraños que pueden afectar nuestro organismo. Su activación desencadena una respuesta inflamatoria que limita al agente extraño hasta eliminarlo del cuerpo: si éste no es superior a la respuesta, entonces provoca una enfermedad. En el caso del LES, nuestro sistema inmunitario reacciona erróneamente atacando a nuestro propio organismo, esto evidentemente permite que el desarrollo de dicha enfermedad tenga un amplio espectro de síntomas y signos, ya que puede afectar a cualquier órgano o sistema del organismo. Asimismo, la expresión de la enfermedad puede variar en la severidad, teniendo expresiones clínicas leves o muy graves, incluso mortales. En algunos casos los síntomas son parecidos a los de otras enfermedades, de entre los cuales se encuentran:
- Fatiga
- Pérdida del apetito
- Variaciones en el peso corporal
- Fiebre
En algunas ocasiones se presentan síntomas como tos, dolor articular y cefalea, éstos no pueden eliminarse de manera habitual.
Existen algunas manifestaciones características de la enfermedad y que tienen expresión, principalmente, en piel como es la aparición de una coloración eritematosa que se localiza en las mejillas y puente nasal, que sigue una distribución semejante a las de las alas de mariposa, llamado eritema malar o eritema en alas de mariposa. Desencadenados por la sensibilización a las radiaciones UV, otras lesiones relativamente frecuentes son: las ulceras orales, vasculitis que consisten en puntos eritematosos o violáceos que pueden aparecer, principalmente, en las extremidades inferiores, las uñas o en el paladar que son expresión de daño vascular (vasos sanguíneos).
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Los cambios condicionados por el frío que afectan a los dedos dándoles un aspecto de salchicha, inicialmente de aspecto pálido y posteriormente violáceos, llamado Raynaud pueden también formar parte de la enfermedad, sin embargo, estos cambios son apenas un pequeño grupo de síntomas. Los signos de esta enfermedad son muy diversos y dependerán del órgano o sistema que ha sido afectado, a nivel de articulaciones, se puede provocar:
- Artritis
- Alteraciones hematológicas como anemia
- Reducción de glóbulos blancos (leucopenia)
- Descenso de las plaquetas
- Favoreciendo trastornos de la coagulación expresados como hematomas (moretones)
- Alteraciones en la función cardíaca sea por inflamación (pericarditis)
- Alteraciones de la función eléctrica del corazón
- Crecimiento cardíaco
- Insuficiencia cardíaca
Puede también afectar la función pulmonar, generando acumulación de líquido a lo que llamamos derrame pleural, inflamación pulmonar condicionando dificultad respiratoria, tos, flemas con sangre, incluso, hemorragias pulmonares.
A nivel del sistema digestivo puede condicionar dolor abdominal, peritonitis, alteraciones del páncreas, hepatitis y abortos. Uno de los órganos más frecuentemente afectado es el riñón donde es probable que se presenten expresiones clínicas variables que pueden detectarse en el examen general de orina como sangrado, células inflamatorias, proteínas, hasta la insuficiencia renal crónica en sus expresiones más graves, condicionando también retención de líquidos, elevación de la presión arterial.
También puede afectar el sistema nervioso condicionando afectaciones con síntomas tan severos que pueden confundir los diagnósticos con trastornos psiquiátricos. Se pueden presentar convulsiones, confusión mental, cefalea, etc.
No hay órgano que escape al daño, pero es importante saber que los síntomas pueden aparecer y desaparecer llamándole a esto brotes o actividad lúpica, aunque generalmente, las recaídas afectan casi siempre los mismos órganos de la expresión inicial.
Para establecer su diagnóstico se toman en cuenta datos obtenidos por la historia clínica, el análisis de los estudios clínicos, pero sobre todo, por la presencia de anticuerpos (sustancias que se desencadenan al surgir la respuesta equivocada del sistema inmunitario) como los anticuerpos antinucleares, anti citoplásmicos, anti SM, otros menos específicos como en Anti Ro, LA, RNP y todas las alteraciones bioquímicas que expresan la actividad de la enfermedad en los órganos afectados.
Entre los estudios para detectar estos anticuerpos se encuentran la biometría hemática, las pruebas de función renal, hepática, la disminución del complemento, haciéndose necesario también otros estudios como radiografías del tórax, tomografías, ultrasonidos y biopsias.
Los tratamientos son diversos y se evalúan dependiendo de la expresión y severidad de la enfermedad, van desde tratamientos orales, combinados, infusión intravenosa como los esteroides, antinflamatorios, biológicos, hasta los trasplantes renales, sin embargo, hay que considerar que existen fármacos que pueden alterar la respuesta, incrementar los síntomas o confundir el cuadro clínico, es por ello que siempre deberá de mantenerse una atención médica especializada dirigida por un reumatólogo, aunque el manejo de esta enfermedad generalmente es por múltiples áreas: psicología, nefrología, medicina interna, neurología, etc.
Siempre es importante recordar que, aunque se trata de una enfermedad controlable, el paciente la tendrá toda su vida. Un estado anímico estable, la protección a factores ambientales, el apego al tratamiento médico y la vigilancia constante son factores importantes para su control.
Recuerda que existe mucha información sobre la enfermedad, pero la falta en el control de la información en la Web puede poner en riesgo al paciente por la llamada Infotoxicación, busca siempre fuentes seguras y atención médica certificada, tu salud es valiosa.