El cáncer es un conjunto de enfermedades que tienen en común la división descontrolada de células diseminadas en distintas partes del cuerpo. Normalmente, durante el ciclo de vida de las células, éstas crecen, se dividen y cuando envejecen, se dañan o mueren son reemplazadas por células nuevas, sin embargo, en el cáncer este proceso se altera. A medida que las células se vuelven más anormales, las células viejas o dañadas sobreviven cuando deberían morir, y células nuevas se forman cuando no son necesarias, se dividen sin interrupción y pueden formar tumores. Los tumores cancerosos son malignos, lo que significa que se pueden extender a los tejidos cercanos o los pueden invadir. Además, algunas células cancerosas pueden desprenderse y moverse por medio del sistema circulatorio o del sistema linfático y formar nuevos tumores lejos del tumor original. ¿Cuáles son las diferencias entre una célula normal y una cancerosa?
- Las células normales maduran en tipos celulares distintos con funciones específicas. Por el contrario, las células cancerosas no lo hacen y es por eso que siguen dividiéndose sin detenerse.
- Las células cancerosas pueden ignorar las señales que normalmente avisan del proceso de muerte celular, el cual es necesario para que el organismo pueda deshacerse de las células que no son necesarias.
- Las células cancerosas pueden inducir a las células normales cercanas a que formen vasos sanguíneos que suministren oxígeno y nutrientes, elementos necesarios para el crecimiento de tumores.
- Algunas células cancerosas son capaces de “esconderse” del sistema inmunitario.