No todas las harinas son malas

Una alimentación saludable significa consumir de forma equilibrada alimentos de todos los grupos alimenticios, reduciendo aquellos que tienen mayor cantidad de grasas, sal o azúcar. Normalmente escuchamos que los alimentos ricos en carbohidratos no deberían estar en nuestra vida diaria, esto quiere decir principalmente, alimentos hechos con harina: pan, pastas, pasteles, tortillas, etcétera.

“Una alimentación saludable consiste en comer equilibradamente todos los grupos alimenticios.”

Sin embargo, no es buena idea eliminarlos de nuestra dieta, sino que basta con elegirlos adecuadamente y regularlos en la ingesta diaria. De acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, los productos de cereales que debemos consumir están hechos de trigo, arroz, avena, harina de maíz, cebada y otros granos, sin embargo es preferible consumirlos en su versión entera y no en harina refinada.

Los granos integrales contienen semillas de granos enteros y son mucho más saludables: harina de trigo integral, trigo integral, harina de avena, harina de maíz integral y arroz integral. Por ello es recomendable consumir alimentos que tengan las palabras como “grano integral o trigo entero” en el empaque, pues los granos refinados no contienen fibra, hierro ni vitaminas del complejo B. estos últimos son la harina blanca, arroz blanco o harina de maíz desgerminado; es decir, alimentos como pan blanco, la harina para hot cakes, galletas, pasteles, tortillas y pastas.

Por el proceso con que se elaboran este tipo de productos, deben ser enriquecidos con vitaminas y minerales, pero esto no compensa la calidad de los micronutrientes que se obtienen del grano entero, ni las cantidades. El pan integral es una mejor opción, ya que aporta mucho más fibra y hace que el azúcar entre más despacio en el organismo, por lo que previene de forma eficaz el riesgo de padecer diabetes en un futuro. Es por eso que te presentamos tres cosas que necesitas saber sobre las harinas integrales y refinadas:

  • Alteran los niveles de azúcar. Las personas absorben los azúcares de granos procesados con mayor rapidez que en el caso de los granos enteros intactos. Esto produce picos de azúcar en la sangre que deriva en un incremento en el consumo de comida y en el riesgo de desarrollar enfermedades como la diabetes.
  • El color no es una indicación de un grano entero, pues el pan puede ser de color marrón debido a la melaza u otros ingredientes añadidos.
  • Las etiquetas engañan. Los alimentos integrales que posean en sus etiquetas las leyendas: “Multigrano”, “100% trigo”, “siete granos” o “salvado” no siempre son productos de grano entero.

Para estar seguro de que la harina que consumes aportará beneficios a tu Salud, procura elegir productos que nombren a uno de los siguientes ingredientes integrales en primer lugar en la lista de la etiqueta: avena, quinoa, cebada de grano entero, maíz de grano entero y centeno.

Recuerda que tu Salud está en tus manos, y pequeños cambios en los hábitos alimenticios pueden traer grandes beneficios a tu vida. Comparte esta información con quienes más quieres ¡y juntos cuidemos nuestro bienestar!

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