¿Sabías que las vacunas evitan seis millones de muertes en el mundo cada año? Básicamente no hay una razón para no recibirlas, pues solamente uno de cada millón de niños tiene una reacción desfavorable. Aun así, regularmente aparecen mitos que asustan a los padres y los hacen optar por no llevar a sus hijos a vacunar, por eso hoy te presentamos los diez mitos más comunes acerca de las vacunas que ya han sido aclarados por la Organización Mundial de la Salud:
Mito 1: Las mejores condiciones de higiene y saneamiento harán desaparecer las enfermedades; las vacunas no son necesarias.
FALSO
Las enfermedades contra las que existen vacunas volverían a aparecer si se interrumpieran los programas de vacunación. Si las personas no estuvieran vacunadas, algunas enfermedades que se han vuelto poco comunes, tales como la poliomielitis y el sarampión, reaparecerían rápidamente.
“Si las personas no se vacunaran, algunas enfermedades poco comunes reaparecerían rápidamente.”
Mito 2: Las vacunas tienen algunos efectos secundarios nocivos y de largo plazo que aún no se conocen. Más aún, la vacunación puede ser mortal.
FALSO
Las vacunas son muy seguras. La mayoría de las reacciones vacunales son generalmente leves y temporales, y es más probable padecer un trastorno grave por una enfermedad prevenible mediante vacunación que por una vacuna en sí. Por ejemplo, en el caso de la poliomielitis, la enfermedad puede provocar parálisis; el sarampión puede causar encefalitis y ceguera, y algunas enfermedades prevenibles mediante vacunación pueden ser incluso mortales.
Mito 3: La vacuna combinada contra la difteria, el tétanos y la tos ferina, así como la vacuna antipoliomielítica, pueden provocar el síndrome de muerte súbita del lactante (SIDS).
FALSO
No existe una relación causal entre la administración de las vacunas y la muerte súbita del lactante, a pesar de que esas vacunas se administran en un período en el que el recién nacido puede sufrir el SIDS. Esas cuatro enfermedades pueden ser mortales y el recién nacido no vacunado contra ellas corre graves riesgos de defunción y discapacidad grave.
“No existe relación causal entre la vacunación y la muerte súbita del lactante.”
Mito 4: Las enfermedades prevenibles mediante vacunación están casi erradicadas en mi país, por lo tanto no hay motivos para que me vacune.
FALSO
Si bien las enfermedades prevenibles mediante vacunación son actualmente poco comunes en muchos países, los agentes infecciosos que las provocan siguen circulando en algunas partes del mundo. En un mundo sumamente globalizado, esos agentes pueden atravesar las fronteras geográficas e infectar a cualquier persona no protegida. Hay dos motivos fundamentales para vacunarse: protegernos a nosotros mismos y proteger a quienes nos rodean.
Mito 5: Las enfermedades de la infancia prevenibles mediante vacunación son algo inevitable en la vida.
FALSO
Las enfermedades prevenibles mediante vacunación no tienen por qué ser “algo inevitable en la vida”. Todas estas enfermedades y sufrimientos se pueden prevenir mediante las vacunas. Los niños no vacunados contra estas enfermedades quedan innecesariamente vulnerables.
Mito 6: La administración simultánea de más de una vacuna puede aumentar en los niños el riesgo de efectos secundarios nocivos, que a su vez pueden sobrecargar su sistema inmunitario.
FALSO
La administración simultánea de varias vacunas no conlleva ningún efecto secundario sobre el sistema inmunitario del niño. Las principales ventajas de la administración simultánea de varias vacunas es que requiere menos consultas ambulatorias, lo que permite ahorrar tiempo y dinero y aumenta las probabilidades de que los niños completen el calendario de vacunación recomendado. Además, la posibilidad de recibir una vacunación combinada, por ejemplo, contra el sarampión, la parotiditis y la rubéola, supone menos inyecciones.
Mito 7: La gripe es solo una molestia y la vacuna no es muy eficaz.
FALSO
La gripe es mucho más que una molestia. Es una enfermedad grave que cada año provoca entre 300.000 y 500.000 defunciones en todo el mundo. La vacunación inmuniza contra las tres cepas de mayor prevalencia circulantes en una estación dada. Es la mejor manera de reducir sus probabilidades de contraer una gripe grave y contagiar a otros.
“La gripe es una enfermedad grave, provoca entre 300.000 y 500.000 muertes al año en el mundo.”
Mito 8: Es mejor la inmunización por la enfermedad que por las vacunas.
FALSO
Las vacunas interactúan con el sistema inmunitario para producir una respuesta similar a la que produciría la infección natural, pero no causan la enfermedad ni exponen a la persona inmunizada a riesgos de posibles complicaciones. En cambio, el precio de la inmunización por infección natural podría ser el retraso mental provocado por Haemophilus influenzae tipo b (Hib), defectos congénitos debidos a la rubéola, cáncer del hígado derivado del virus de la hepatitis B, o muerte por sarampión.
Mito 9: Las vacunas contienen mercurio, que es peligroso.
FALSO
El tiomersal es un compuesto orgánico con mercurio que se añade a algunas vacunas como conservante y no hay pruebas científicas que sugieran que la cantidad de tiomersal utilizada en las vacunas entrañe un riesgo para la salud.
Mito 10: Las vacunas causan autismo.
FALSO
Según se pudo determinar, el estudio de 1998 que suscitó inquietud acerca de un posible vínculo entre la vacuna contra el sarampión, la parotiditis y la rubéola, por un lado, y el autismo, por otro, contenía graves irregularidades, por lo que la publicación que lo divulgó lo retiró. Lamentablemente, su divulgación despertó temores que provocaron una disminución en las tasas de inmunización y los subsiguientes brotes de esas enfermedades. No existen pruebas científicas de una relación entre esa vacuna y el autismo o trastornos autistas.
Evitar la vacunación está generando que enfermedades antes erradicadas vuelvan y algunos males que formaban parte del pasado estén de regreso.
Recuerda que la mejor asesoría la puedes recibir de un profesional, evita tomar decisiones basadas en lo que te contaron o leíste por ahí. Revisa siempre las fuentes de las cuales te informas. ¡Cuídate!
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