Causada por diversos agentes infecciosos como virus, bacterias y hongos, la neumonía, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es una infección respiratoria que afecta a los pulmones.
Esta enfermedad ocasiona que los alveolos, pequeños sacos que componen a los pulmones, se llenen de pus y líquido. Dicha condición limita la absorción de oxígeno y causa dolor al respirar.
Síntomas
Tanto la neumonía vírica como la de origen bacteriano pueden presentar síntomas muy similares. Por ejemplo en niños menores de cinco años algunos de ellos pueden ser:
- Tos y dificultad para respirar
- Fiebre
- Presencia de taquipnea (respiración acelerada).
- Tiraje subcostal (retracción de la parte inferior del tórax durante la inspiración).
- Sibilancias (sonidos durante la respiración).
- En los lactantes la afectación puede ser tal que los conduzca a ser incapaces de comer o beber. Incluso pueden presentar pérdida de consciencia, hipotermia y convulsiones.
Factores de riesgo
De acuerdo a la OMS existen factores que aumentan el riesgo de padecer neumonía, algunos son:
- Tener un sistema inmunitario débil: Pueden deberse principalmente a una malnutrición o desnutrición.
- Padecer enfermedades: Los padecimientos que aumentan el riesgo de contraer neumonía son sarampión o infecciones de VIH asintomáticas.
- Factores ambientales: Inhalar aire contaminado por el uso de biomasa (como leña o excrementos) o como combustibles para cocinar o calentar el hogar. Vivir en hogares hacinados, es decir, aquellos donde el número de integrantes por habitación es mayor a tres. Inhalación de humo de tabaco.
Tratamiento
Información publicada en la OMS establece que la neumonía causada por bacterias puede tratarse con antibióticos orales y se recomienda la hospitalización solamente en casos graves.
Prevención
La mejor arma para evitar contraer neumonía es a través de:
- Mejorar las defensas. En los niños esto es posible a través de la alimentación exclusiva con leche materna durante los primeros seis meses de vida.
- Evitar la exposición a aire contaminado y mantener una higiene adecuada sobre todo en lugares hacinados.
- Tener un especial cuidado con las personas que padezcan VIH.
¿Qué hacer cuándo se tiene neumonía?
- Un buen descanso: Descansar, incluso si te sientes mejor después de los síntomas. Esto es sumamente importante ya que un buen descanso, dormir bien y mantenerte relajado te ayudará a que tu organismo recupere la fuerza que necesitas.
- Darle seguimiento a la enfermedad: Es importante no dejar de monitorear nuestra salud aún y cuando los síntomas de la neumonía ya no causen molestia a nuestro organismo. Recuerda que durante la etapa de medicación la el agente que causa la enfermedad sólo es suprimido, por lo que si se descuida la salud puede activarse y, por ende, la persona recae.
- Expulsa las flemas de tu cuerpo: Para lograrlo puedes utilizar expectorantes, o duchas con agua caliente y baños de vapor, esto ayudará a expulsar las bacterias de tu cuerpo.
- Cuidarse fuera de casa: Evita lugares contaminados y concurridos donde es posible inhalar algunas bacterias adicionales que ocasionen otro tipo de enfermedades. Procura utilizar tapabocas en lugares muy concurridos o en espacios públicos. Asimismo, se recomienda evitar visitar a pacientes con neumonía ya que esto sería perjudicial tanto para el enfermo como para la persona sana.
- Buena alimentación: Una dieta balanceada te permitirá recuperar tus fuerzas. Evita consumir alimentos que te produzcan ataques de tos como aquellos que poseen una gran cantidad de azúcar. Asimismo no olvides que fumar queda estrictamente prohibido ya que al hacerlo sólo empeorarás tu condición.
Como ves, aunque la neumonía es una enfermedad compleja es posible erradicarla y recuperar tu Salud, sólo pon en práctica este artículo y aprende sobre esta enfermedad. Comparte esta información con quienes más quieres y ayúdanos a difundir el mensaje.