¡Llegó el verano! Aprende a protegerte del golpe de calor.
¿Quién tiene riesgo de sufrir un golpe de calor?
Algunas personas tienen mayor riesgo de sufrir un golpe de calor. Estos incluyen a los niños pequeños, los adultos mayores, las personas con enfermedades crónicas como diabetes o enfermedades cardíacas, aquellos que toman ciertos medicamentos que interfieren con la regulación de la temperatura corporal, y las personas que trabajan o hacen ejercicio al aire libre durante períodos prolongados en condiciones calurosas y húmedas.
Además de las altas temperaturas, la humedad ambiental también desempeña un papel importante en la aparición del golpe de calor. Cuando el ambiente está húmedo, el sudor no se evapora tan fácilmente, lo que dificulta que el cuerpo se enfríe eficientemente. Esto puede aumentar el riesgo de golpe de calor.
¿Qué es una insolación?
Existe un estado previo al golpe de calor que se conoce como agotamiento por calor o insolación, y detectarlo a tiempo puede prevenir una situación más grave. Algunos signos que debes tener en cuenta incluyen:
- Sudoración excesiva
- Piel pálida y fresca
- Sensación de calor sofocante
- Sed intensa
- Calambres musculares
- Agotamiento
- Dolor de estómago
- Inapetencia
- Náuseas
- Vómitos
- Dolor de cabeza
- Irritabilidad
- Mareos o desmayos
Si observas alguno de estos síntomas en ti o en alguien más, es importante tomar medidas inmediatas para evitar complicaciones.
¿Cómo identifico si la persona tiene un golpe de calor?
Ahora, si los síntomas se agravan y la temperatura del cuerpo alcanza los 39°-40° centígrados o más, entonces es un caso de golpe de calor. Además de los síntomas previos, se pueden presentar: respiración y frecuencia cardíaca acelerada, dolor palpitante de cabeza, alteración del estado mental y del comportamiento, convulsiones y pérdida de conocimiento.
El golpe de calor es una emergencia médica y requiere atención inmediata. Si sospechas que alguien está sufriendo un golpe de calor, debes llamar a los servicios de emergencia y buscar ayuda médica de inmediato. Mientras esperas ayuda, puedes trasladar a la persona a un lugar fresco y sombreado, aflojar su ropa, aplicar compresas frías o cubitos de hielo en áreas como la frente, el cuello, las axilas y las ingles, y darle sorbos de agua fresca si está consciente y puede beber.
El golpe de calor puede provocar daño cerebral, daño en los órganos internos, insuficiencia renal, problemas cardíacos e incluso la muerte. Las personas que han experimentado un golpe de calor previo tienen un mayor riesgo de sufrirlo nuevamente en el futuro.
Pero, ¿Cómo podemos prevenir el golpe de calor? Aquí te ofrecemos algunos consejos prácticos:
- Evita la exposición prolongada al sol y usa siempre protector solar. Recuerda que las radiaciones solares pueden ser perjudiciales para tu piel.
- Evita realizar actividades físicas intensas entre las 10 a.m. y las 4 p.m., que son las horas de mayor calor. Opta por realizarlas en la mañana temprano o en la tarde, cuando el sol no está tan fuerte.
- Viste ropa holgada, fresca y de colores claros. Además, complementa tu atuendo con gorros o sombreros que te protejan del sol.
- Mantente hidratado. Bebe líquido regularmente, preferentemente agua, y consume alimentos frescos y adecuados para mantener un buen equilibrio de electrolitos en tu organismo.
- Busca sombra y lugares frescos. Siempre que sea posible, trata de estar en lugares con buena ventilación y evita las áreas congestionadas o sin circulación de aire
- Nunca dejes a nadie, ¡y subrayo, a nadie!, dentro de un coche estacionado. Las temperaturas en el interior del vehículo pueden aumentar rápidamente y convertirse en un peligro para la vida.
Recuerda que prevenir es clave cuando se trata del golpe de calor. Así que, sigue estos consejos y mantente alerta a los síntomas para cuidar de ti y de tus seres queridos durante los días calurosos. ¡Disfruta tus días sin descuidar tu bienestar!