El estreñimiento es una alteración muy común en el embarazo dado que tu cuerpo experimenta muchos cambios. Combatir este trastorno y favorecer el tránsito intestinal no es complicado, aunque debes seguir algunas recomendaciones en tus hábitos alimenticios.
Primeramente necesitas una dieta rica en fibra. Toma un promedio de dos raciones de frutas con piel o semilla como naranjas, ciruelas e higos y sustituye los jugos por fruta entera, ya que el jugo contiene menos fibra.
Las legumbres también son muy recomendables, tomar dos veces por semana chícharos, garbanzos o frijoles te ayudará en tu ingesta de fibra. También debes incluir dos raciones de verduras por día, y si una de ellas es cruda, como por ejemplo los tomates, lechugas o espinacas, mucho mejor.
Combina esta dieta también con los cereales integrales como el arroz, la pasta, las galletas, el pan, los cereales del desayuno. Para beber nada mejor que el agua, al menos un par de litros al día, esto porque la fibra no produce ningún efecto a no ser que se combine con líquidos, es decir, que además del agua natural que te recomendamos también puedes tomar abundantes jugos, leche, infusiones, etc.
Recuerda que para poder aprovechar los beneficios de la fibra, no debes cocinar demasiado las verduras, mejor utiliza técnicas como la comida al vapor, de esta manera podrás evitar el estreñimiento.
De seguro alguna amiga te ha recomendado algún remedio para evitar el estreñimiento, si bien son ayudas complementarias, no olvides que cada organismo es diferente, por lo que tal vez no funcione igual en todas las personas.
Algunos consejos caseros pueden ser: tomar un par de ciruelas con agua antes de acostarte por la noche, tomar jugo de naranja o ciruela pasa rehidratada al levantarte en ayunas, desayunar puré de manzanas o añadir salvado de avena a la dieta.
No olvides que lo más importante es visitar a tu médico si el estreñimiento persiste. Antes de iniciar una nueva dieta platícalo con él para que lleguen a un acuerdo de qué es lo mejor para ti y para tu bebé.
