El suicidio, aún en nuestros días, sigue siendo un tema tabú para muchos, sin embargo, hablarlo es una manera de romper los estigmas que existen alrededor de él y que son una barrera importante para la prevención del mismo.
A nivel mundial las cifras son preocupantes. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año, ocurren 900 mil suicidios, lo que significa una muerte cada 40 segundos y al menos 20 personas intentan suicidarse por cada una que lo consigue. Asimismo, según este organismo mundial, el suicidio se encuentra entre las tres primeras causas de muerte a nivel mundial en personas de 15 a 44 años.
En México, el suicidio se ha convertido en un grave problema de Salud pública, según la información más reciente de Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), durante el 2014, la mayor cantidad de suicidios se registraron en personas desde los 10 a 14 años, reportándose el 25.8 por ciento en mujeres y 16.1 por ciento en hombres.
Un gran porcentaje de las personas que se quitan la vida sufren de enfermedades mentales. Más del 90 por ciento de los casos relacionados con suicidio se asocian a trastornos psiquiátricos. Sin embargo, el suicidio es un fenómeno muy complejo en el que influyen diferentes factores de riesgo que pueden ser biológicos, psicológicos, sociales, económicos y culturales, entre ellos se encuentran:
- Historia familiar de suicidio
- El sexo, los hombres se suicidan más que las mujeres en una proporción de tres o cuatro hombres por cada mujer
- Intentos anteriores de suicidio
- Depresión
- Abuso de sustancias tóxicas
- Problemas económicos
- Pérdidas significativas, por ejemplo, la muerte de algún ser querido, pérdida del empleo, pérdida de una relación importante.
- Abuso físico, emocional, sexual o social
Según la OMS existen medidas que podemos emplear, desde lo personal hasta lo social, a fin de evitar el suicidio entre la población, algunas de ellas son:
- Si se conoce a alguien que intenta quitarse la vida podemos reducir su acceso a los medios para suicidarse como pesticidas, medicamentos, armas de fuego, etc.
- Ayudar a que las personas tomen terapia para aliviar trastornos mentales, y en particular a quienes padecen depresión, alcoholismo o esquizofrenia.
- Fomentar que los pacientes que hayan intentado suicidarse le den seguimiento a terapias psicológicas.
- Fomentar un tratamiento responsable del tema en los medios de comunicación.
- Que cada día los profesionales de la Salud estén más preparados en cuanto a este tema.
No todo son malas noticias, el suicidio se puede prevenir. Acércate a los que más quieres, habla con ellos y hazles saber que tienen todo tu apoyo pase lo que pase.