Hay muchas situaciones de nuestra vida en las que nos toca tomar decisiones: Laborales, escolares, familiares, personales y hasta sociales. Esta responsabilidad nos puede generar estrés y afectar nuestra Salud. Es por eso que hoy te compartimos nueve tips que puedes utilizar al momento de tomar una decisión para que no afecte tu estabilidad emocional:
- Medita bien cada decisión. Cada vez que se te presenten situaciones en las que debas tomar una decisión, no importa qué tan grandes o pequeñas sean, analízalas y medítalas bien. Recaba información y confía en tu buen juicio.
- Toma en cuenta las consecuencias futuras. Muchas veces tomamos una decisión pensando que sólo afectará de manera inmediata, sin embargo, también puede generar consecuencias a largo plazo. Piensa a futuro y trata de imaginar qué vendrá después de esa decisión, para saber si es conveniente o no.
- Evita el “parálisis por análisis”. Es importante meditar y analizar las opciones antes de tomar una decisión, pero no caigas en el exceso. A pesar de que lo pienses bien, siempre existirá un riesgo normal de cada decisión que tomes. Trata de evitar controlarlo todo, pues a veces necesitas tomar decisiones rápidas, por ejemplo cuando te ves en una situación de peligro.
- Confía en tus instintos. Confía en tu buen juicio y en tu experiencia. Aunque sea difícil de creer, sí existe en nosotros un sensor que nos hace sentir bien cuando tomamos una mejor decisión o que nos deja incertidumbre cuando una decisión no nos satisface del todo.
- No tomes una decisión si no estás convencido. No forces las decisiones sólo por obtener una respuesta, pues esto puede generarte estrés y como consecuencia traer más tomas de decisiones equivocadas. Por el contrario, tómate un mayor tiempo y espera a que estés muy seguro de lo que vas a decidir.
- No tomes decisiones con base en tus emociones. Si tomas una decisión cuando estés apurado, preocupado, enojado, tenso, nervioso o incluso cuando estés muy feliz, es muy probable que la decisión que tomes no sea la más indicada. No te dejes llevar por las emociones, mejor espera a recuperar la tranquilidad para tener una visión más objetiva de las cosas.
- Delega decisiones. Hay personas a nuestro alrededor que tienen mucha experiencia o más información con respecto a lo que sabemos nosotros. No dudes en apoyarte en ellos al estar frente a una toma de decisión, pues una visión externa puede ayudarte a dirigir tus decisiones hacia donde quieres que te lleven. Además, esto te permitirá disponer de más tiempo para enfocarte en otras cosas que debas resolver.
- No lamentes lo que no puedes cambiar. Si ya tomaste una decisión poco conveniente en el pasado, no significa que no puedas acertar en el presente. No te quedes sólo con lo que ya viviste, sino aprende a luchar por lo que tienes aquí y ahora.
- Olvídate de la presión social. Si vas a tomar una decisión sólo por complacer a tu familia, amigos o hasta tu jefe, piénsalo dos veces. Cuando se trata de aspectos que te afectan solamente a ti, la toma de decisiones se vuelve un asunto personal que no debe ser dirigido por nadie que no seas tú.
Cuando se trata de decisiones, muchas veces nos sentimos presionados por diversos factores. Recuerda que todo lo que hacemos tiene un porqué, y todo tendrá consecuencias. Lo importante es que aprendas a enfrentar estos aspectos de tu vida sin afectar tu bienestar mental, pues existen diversas enfermedades que pueden presentarse a raíz de esto, sin embargo no te definen y pueden tratarse. Si requieres de ayuda o atención médica, no dudes en comunicarte con nosotros. Déjanos ayudarte a sentirte como en CASA: 8345 7448
¿Conoces algún otro tip para aplicarlo al momento de tomar una decisión? ¡Compártelo con nosotros! Difunde esta información con todos los que quieres para que juntos cuidemos nuestra Salud.