1. Cuida tu peso y come bien.
Un peso adecuado se logra cuando logras equilibrar las calorías que ingieres y las que gastas. Incluye en tu dieta pescado, carnes sin grasa, frutos secos, aceite de oliva, frutas y verduras y lácteos descremados. Recuerda que todo suma para cuidar tu corazón.
2. Revisa tus niveles de colesterol y glucosa.
Cuando hay exceso de colesterol en el organismo, tu cuerpo se encarga de depositarlo en las paredes de los vasos sanguíneos y obstruye la circulación de la sangre, lo que puede derivar en problemas mucho más graves. Recuerda que es mejor prevenir que lamentar. 
3. Duerme bien.
El descanso te permite reponer energías y ayudar a que tu cuerpo rinda mejor al día siguiente. Procura dormir de 6 a 8 horas alejado de aparatos electrónicos y evita consumir cafeína.
4. Mantente activo.
Tu corazón es un músculo, por lo que necesita mantenerse activo para funcionar adecuadamente. Al realizar actividad física mejorarás la circulación sanguínea en todo tu cuerpo, los niveles de colesterol y triglicéridos se regularán y la presión disminuirá. Recuerda que 150 minutos de ejercicios aeróbicos por semana son suficientes.
5. Dile NO al estrés y la ansiedad.
Aunque a veces no nos damos cuenta, los altos niveles de estrés pueden perjudicarnos gravemente. ¿Te encuentras de pronto apretando la mandíbula o cerrando fuertemente tus manos sin razón? ¡Es estrés! Intenta generar espacios para desconectarte: camina al aire libre o escucha música relajante.
6. Controla tu presión
Es importante revisar tu presión son regularidad, ya que la hipertensión puede no presentar síntomas. Una forma sencilla de evitarla es disminuyendo tu consumo de sal.
7. Aléjate del cigarro.
El tabaco reduce la cantidad de oxígeno en la sangre, estrecha la capa interna de las arterias y hace que tu presión arterial aumente, pues dificulta la circulación de la sangre. Además, reduce los niveles de colesterol bueno (HDL) y aumenta los niveles del colesterol malo (LDL).
8. Cuídate del alcohol.
Este tipo de sustancias se dirigen a la sangre y afectan el funcionamiento de la sangre, teniendo consecuencias a mediano y especialmente a largo plazo.
9. Diagnostica a tiempo
Se estima que la mitad de las personas que mueren repentinamente por males del corazón no era consciente de su problema. Es fundamental la realización periódica de chequeos médicos, especialmente si tienes factores de riesgo o antecedentes familiares.
10. Controla la diabetes.
Esta enfermedad puede provocar graves alteraciones en el corazón, por lo que es importante monitorearla si es que padeces de ella. Si tus padres son diabéticos o si sufres de sobrepeso u obesidad, existe mayor riesgo de que la desarrolles.
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Así, podrás prevenir enfermedades cardiovasculares y cuidar tu corazón con mayor tranquilidad. ¿Conoces más formas de proteger tu corazón? ¡Cuéntanos en los comentarios y comparte esta información con tus seres queridos para que juntos mantengamos nuestros corazones sanos! ¡Cuídate!
