
Según la secretaría de salud, cada año se detectan más de 25 mil casos de cáncer de próstata, por lo que, a partir de los 40 años, es recomendable acudir a una revisión anual para prevenir y detectar a tiempo esta enfermedad.
Dicen que no existen las casualidades y Miguel Ángel lo pudo comprobar. Hace varios años, mientras trabajaba como mesero en un restaurante, tuvo una conversación con uno de sus clientes, quien después de la plática le dio los datos de su médico, como una recomendación personal.
Él tiene 61 años y es conductor de un auto de aplicación. Algunos meses atrás, un análisis de sangre reveló niveles elevados de antígeno prostático específico (PSA).
Miguel Ángel visitó al médico de quien hace años guardaba el nombre: el Dr. Jesús Mario Saldaña, Urólogo oncólogo en CHRISTUS MUGUERZA Hospital Alta Especialidad, así, después de varios estudios de imagen y una biopsia, lo llevaron al diagnóstico de cáncer de próstata.
Pero como dice Miguel, “dentro de todo lo malo, pues lo bueno es que el cáncer solamente estaba situado en la próstata”, por lo que el siguiente paso sería una cirugía.
Una cirugía innovadora
Pero esta no sería una cirugía común, sino que sería una cirugía robótica asistida por Da Vinci, un sistema quirúrgico de última generación que permite a los cirujanos realizar procedimientos complejos en áreas con difícil acceso, minimizando las complicaciones quirúrgicas y ofreciendo una recuperación más rápida y menos invasiva para el paciente.
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¡Hola robot!
El momento tan anhelado por fin llegó y la cirugía estaba por iniciar. Miguel Ángel fue llevado a quirófano y con una oración al cielo, puso toda su confianza en Dios y en quienes lo atendían: “Yo en ese momento le pedí a mi Dios. Bueno, yo tenía mucha confianza en Dios y en los doctores.”
También en la entrada al quirófano, Miguel Ángel se topó con Da Vinci, la herramienta de la que tanto le habían hablado. “Cuando yo entro a quirófano, lo primero que veo es al robot y le digo: ¡hola robot!, como si fuera un juguete, pero la verdad cuando lo ves ahí con su brazo, y luego todas sus luces y demás; es muy impresionante”, recuerda.

Una segunda oportunidad
La cirugía fue un éxito, el tumor estaba fuera del cuerpo de Miguel Ángel y él estaba listo para comenzar su recuperación. Fueron 3 noches hospitalizado en las que su esposa estuvo junto a él para cuidarlo, lo que agradece con amor, “La verdad yo aprecio mucho por el esfuerzo y dedicación que tuvo mi esposa conmigo”.
Además de la excelencia médica, Miguel Ángel resalta el apoyo recibido por parte del equipo de Responsabilidad Social de CHRISTUS MUGUERZA, que le brindó la asistencia necesaria para afrontar los costos del tratamiento.
De vuelta al camino
Ha pasado un mes desde su cirugía y Miguel Ángel ya está de pie, conduce y empieza a hacer su vida con normalidad; por supuesto, yendo a sus consultas de seguimiento aún.
Se siente agradecido con todos en el hospital, el equipo de enfermería, el equipo de Responsabilidad Social y con quienes cuidaron de él durante su estancia. Además, no olvida a su médico, “para mí es un ángel, tiene manos mágicas, opera muy bien al robot. No traigo ningún dolor, mis cicatrices casi no se notan, mi recuperación ha sido muy rápida”, destaca Miguel Ángel La historia de Miguel Ángel es un llamado a la acción y una prueba de cómo la detección temprana y la tecnología médica pueden marcar la diferencia. La prueba del antígeno prostático es una herramienta sencilla y accesible que puede salvar vidas, ¡haz tu cita aquí!