Convertirse en padre es una de las experiencias más emocionantes que pueden sucederle a un hombre, pero que también conlleva una enorme responsabilidad pues cambia drásticamente su vida.
Si eres papá, seguramente recuerdas aquellas situaciones que hicieron que te cayera el veinte sobre tu nueva vida como padre y que te ayudaron a identificar este nuevo rol y que en más de una ocasión te hicieron decir, con mucho orgullo, ¡Soy papá!
- Soy papá cuando en lugar de prepararme un café por la mañana preparo el biberón de mi bebé.
- Soy papá cuando en lugar de afeitarme dejo que mi hija me maquille.
- Soy papá cuando prefiero ver caricaturas con mi hijo que películas de acción.
- Soy papá cuando en lugar de usar traje y corbata uso disfraces para la fiesta de cumpleaños de mis hijos.
- Soy papá cuando en lugar de jugar futbol con los amigos, juego al escondite con mis hijos.
- Soy papá cuando en lugar de una cerveza bien fría con los amigos prefiero tomar el té con mi hija.
- Soy papá cuando en lugar de hacer trabajo de la oficina ayudo a mis hijos con sus tareas.
- Soy papá cuando dejo de ver tutoriales en YouTube y soy yo quien enseño a mis hijos a manejar el auto.
- Soy papá cuando dejo de sentir celos del novio de mi hija y la entrego frente al altar en el día de su boda.
- Reafirmo que soy papá cuando llegan mis hijos a mi casa y me piden que cuide a mis nietos y entonces la historia comienza de nuevo.
Ser papá es difícil, pero también sabemos que puede ser divertido y por más adversidades que haya en el camino este lazo es irrompible y se fortalece a través de los consejos, la paciencia y sobre todo del amor que un padre brinda a sus hijos, por eso y más ¡GRACIAS PAPÁ! y ¡FELIZ DÍA DEL PADRE!
