Sí, es la cuesta de enero. Y subirla quizá se sentirá como una gran hazaña si las fiestas decembrinas hicieron de tus finanzas personales una bola de nieve. Pero que no cunda el pánico. Lo que más importa ahora es que pongas manos a la obra para que dejes de vivir en números rojos y tu bolsillo no se vea afectado los 365 días del año. Por ello, te presentamos 7 reglas que, si las sigues, te ayudarán a mantener tus finanzas a raya —y te evitarán muchos dolores de cabeza.
- Paga tus deudas… o reduce las más que puedas.
Prioriza tus deudas y realiza un plan para liquidarlas acorde a tus necesidades. Y no olvides utilizar tu tarjeta de crédito de forma responsable. No tiene mucha ciencia: no gastes más de lo que ganas. Así podrás pagar el monto total sin entrar en el círculo vicioso de los intereses.
- Ahorra, ahorra y ahorra.
Desarrolla el hábito de ahorrar al menos 10% de tu ingreso mensual. No te parecerá complicado si realmente llevas un control de todos tus gastos. Hazlo. Por el bien de tu bolsillo, y tu salud mental.
- Monitorea tus gastos.
Y no solo los gastos fijos de cada mes, como la gasolina, los servicios, la despensa o la colegiatura. También registra los famosos gastos hormiga: esas galletas y ese café que te compraste a media tarde. ¡Todo cuenta!
- Analiza tu conducta financiera.
¿Sabes realmente a dónde se va tu dinero? No solo se trata de llevar un registro minucioso de todos tus gastos, sino también de analizar tu historial de consumo e identificar esos gastos impulsivos e innecesarios que, sin duda, valdrá la pena quitar en pro de tu salud financiera.
- Crea un presupuesto
Ahora sí, con información en mano de ingresos y gastos, y tus puntos débiles de consumo bien identificados, haz un presupuesto mensual –y, ante todo, realista- que te permita satisfacer tus necesidades y deseos. Cada mes podrás realizar los ajustes necesarios en base a los resultados obtenidos. La práctica hace al maestro.
- Recorta gastos.
¿Cuentas con un servicio de cable y jamás prendes la televisión? ¿Y esa membresía anual del gimnasio al que nunca vas porque prefieres salir a correr? Hazte la vida más ligera y deshazte de lo que está de más y no necesitas.
- Encuentra el equilibrio
Y, finalmente, la regla de oro: nada con exceso, todo con medida. ¿O todo o nada? Error. Así como quien se somete a una dieta sumamente estricta la rompe al segundo día, difícilmente lograrás ser constante en el cuidado de tus finanzas si comienzas con un presupuesto tan limitado que ni una ida al cine te permitirás en todo el mes. Haz cambios, sí, pero poco a poco.