En esta época los platillos como el ceviche, camarones, pescado, entre otros, están a la orden del día, sin embargo, algunos factores, como el calor y el cuidado que se les da, pueden descomponerlos provocando que nuestra Salud se vea afectada.
De acuerdo a la Secretaría de Salud los productos marinos más peligrosos son aquellos que se consumen parcialmente cocidos o crudos, tal como almejas, camarones, mejillones y ostiones, que se preparan en ceviches o cócteles.
De acuerdo a la Secretaría de Salud algunas de las recomendaciones para evitar intoxicaciones por mariscos son:
- Freír o cocer estos productos para destruir las bacterias y parásitos que son dañinos para la Salud.
- Evitar el uso del jugo de limón como método de cocción de los mariscos, ya que éste no elimina la presencia de bacterias.
- Al comprar mariscos verificar que se encuentren en refrigeración o congelados, que no tengan rastros de sangre, vísceras, tierra, o cualquier materia extraña que pueda contaminarlos.
- Al comprar moluscos es indispensable adquirir aquellos que tengan su concha firmemente cerrada. Si se comprarán ostiones éstos deber tener un color cenizo claro, mientras que las almejas y mejillones deben tener un tono amarillento.
Pero si lo que buscas para tus platillos es un rico pescado, entonces procura que éstos tengan las siguientes características:
- No deben presentar olor desagradable.
- Tener ojos y escamas brillantes.
- Las escamas no deben desprenderse con facilidad.
- Deber estar en refrigeración a una temperatura de 4 grados centígrados.
Aunque podemos evitar este tipo de intoxicaciones, la realidad es que siempre existe la probabilidad de ser víctima de ellas. Las personas que más riesgo tienen de padecerlas son:
- Niños
- Mujeres embarazadas.
- Adultos mayores.
- Personas con sistemas inmunitarios débiles.
Los principales síntomas que suelen presentarse a causa de una intoxicación por mariscos son:
- Vómitos
- Diarrea o diarrea con sangre.
- Dolor abdominal
- Fiebre
- Escalofríos
Al tener uno o varios de estos síntomas no te auto mediques, acude a tu médico y de esta manera recibe un tratamiento adecuado para tu padecimiento.
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Ahora te toca a ti, sigue estas recomendaciones. ¡Aliméntate sanamente!
