¿Sabías que la adicción al trabajo se caracteriza por una necesidad excesiva e incontrolable de trabajar de forma constante? Este comportamiento también se denomina workaholic y puede interferir en nuestra salud física y emocional, así como en nuestras relaciones sociales.
Las personas con adicción al trabajo suelen trabajar “sin obligación” fuera de horas, dedicando un tiempo excesivo a su labor profesional y sintiéndose mal si no lo hacen. Esto trae como consecuencia que muestren desinterés por otras facetas de su vida como hobbies o relaciones personales, pues es una de las adicciones más aceptadas y justificadas socialmente.
“Las personas con adicción al trabajo suelen trabajar sin obligación fuera del horario laboral.”
En estas personas el trabajo constituye el centro de su vida, por lo que la familia, el ocio y la vida social quedan en un segundo plano. Es de todos los días que lleven trabajo a su casa para terminarlo en horas que no son laborales o durante el fin de semana y se muestran irritables cuando están fuera del trabajo.
Las consecuencias más graves de ser adicto al trabajo son: relaciones familiares deterioradas, aislamiento, mal humor, desinterés por las relaciones interpersonales y problemas de salud.
“Para un workaholic el trabajo constituye todo. Familia y vida social quedan en segundo plano.”
Una persona adicta al trabajo suele negar el problema, ya que frente a la sociedad el trabajar de forma intensa está bien visto. Es importante aclarar que no toda la dedicación intensa al trabajo es adicción, pues hay personas que trabajan mucho pero que saben desconectarse en su tiempo libre.
“Un workaholic suele negar el problema, trabajar de forma intensa es bien visto en la sociedad.”
¿Quieres saber qué actitudes y comportamientos presenta un workaholic? Mira:
1. Haces tu trabajo de la mejor manera posible pero nunca tienes tiempo de disfrutar las victorias, pues en cuanto terminas una cosa ya estás trabajando en la siguiente.
2. Estás de vacaciones pero no te despegas de tu teléfono, por lo que dejas de dedicarle ese tiempo a tu pareja, familia o amigos.
3. Prefieres hacer todas las tareas en vez de delegarlas, ya que consideras que nadie las hará mejor que tú.
4. Si te dieran a escoger entre trabajar solo o en equipo, preferirías estar solo y “aprovechar el tiempo sin distracciones”.
5. ¿Te ha pasado que aún dormido, sueñas con algún problema o situación que tienes en el trabajo? Trata de distraer tu mente con actividades que eliminen el estrés ya que no es buena señal pensar en el trabajo las veinticuatro horas del día.
6. Todas tus conversaciones tratan sobre temas laborales, sin importar con quién estés.
7. ¿Bajó la carga de trabajo y te sientes presionado por eso? ¡Cuidado! No es una buena señal que en tiempos laborales “relajados” entres en desesperación, pues corres el riesgo de desarrollar la necesidad de buscar más trabajo para llenar ese vacío.
8. Aprovechas para “adelantar trabajo” los fines de semana, por lo que ni tu cuerpo ni mente descansan adecuadamente.
9. Nunca estás satisfecho con tus logros y resultados. A pesar de todo lo que hagas, siempre pensarás que pudiste haber hecho más.
10. Estas consciente de que tu vida laboral y personal no se encuentra en un equilibrio, sin embargo, siempre encuentras alguna justificación para darle más valor al trabajo, excusándote en: “Quizá en el futuro lo cambie, pero ahora no me es posible.”
“Trata de distraer tu mente con actividades que eliminen el estrés.”
Para la mayoría de nosotros el trabajo es una actividad que ocupa una gran parte de nuestro día. Tener la intención de hacerlo bien no es incorrecto, pero el problema surge cuando esa intención se convierte en preocupación y afecta otros ámbitos de nuestra vida. ¡Recuerda que la clave está en el equilibrio!
¿Conoces otras señales de una persona adicta al trabajo? ¡Cuéntanos en los comentarios! Y no olvides compartir esta información con todos los que quieres para que juntos cuidemos nuestra Salud.