La depresión es un padecimiento que puede afectar a cualquier persona, con más frecuencia a las mujeres y se puede presentar a cualquier edad. Su principal característica es que afecta el estado de ánimo.
Lo que ocurre en el cerebro de una persona que padece de depresión es una falla en algunos de sus circuitos neuronales, especialmente aquellos que están relacionados con sustancias químicas, las cuales se encuentran disminuidas en cantidad.
Estas sustancias son la Serotonina o la Noradrenalina; la disminución de estas, nos explica la presencia de síntomas depresivos. Existen también diversos factores que pueden desencadenar la depresión, entre ellos, las tensiones continuas, los problemas de pareja o familia y problemas económicos.
Los dos síntomas principales para saber si una persona padece depresión son:
- La presencia de tristeza manifestada como desesperanza, soledad, vacio y aislamiento.
- La pérdida de capacidad de disfrute de las cosas que normalmente le producen placer a la persona.
Acompañando a estos dos síntomas pueden existir otros como:
- Llorar con facilidad
- Disminución y/o aumento del apetito
- Disminución del deseo sexual
- Reducción de energía provocando sensación de cansancio continuo
- Disminución en la capacidad de concentración
- Falta de sueño y en algunos casos aumento en la necesidad de dormir
Es muy importante la detección oportuna de los síntomas depresivos, ya que esto ayuda a evitar la aparición de una depresión crónica y complicaciones severas que puedan conducir al suicidio.
Del 70 al 80 % de las personas que reciben tratamiento médico con antidepresivos responden favorablemente, además es recomendable combinar el tratamiento con terapia psicológica.
Si detectas estos síntomas en ti o algún miembro de la familia por más de dos semanas, lo más importante es mantener la calma, acudir de inmediato con un especialista en psiquiatría o psicología, ambos están capacitados para evaluar el padecimiento. Recuerda que existe un tratamiento adecuado y efectivo.
