¿Qué es?
Es la inflamación del tejido pulmonar que abarca grandes áreas, (segmentos o lóbulos). Puede desarrollarse en los alvéolos (neumonía alveolar o genuina), o en el intersticio (neumonía intersticial o neumonitis).
Durante una neumonía, los sacos de aire de los pulmones se llenan de líquido. Esto dificulta que el oxígeno llegue a la sangre. Si no hay suficiente oxígeno en la sangre, las células del cuerpo no pueden funcionar bien, por eso esta enfermedad es grave y puede llevar a la muerte si no se atiende a tiempo y de manera eficaz.
Hasta el año 1936, la neumonía fue la principal causa de muerte en los Estados Unidos. Desde entonces se ha podido controlar con prevención y medicamentos, sin embargo, esta enfermedad respiratoria sigue siendo una causa importante de muerte en los hospitales, en especial en niños y personas de la tercera edad.
Una “simple” gripa si no es atendida a tiempo, puede convertirse en una neumonía y poner en riesgo la vida de la persona.
Principales causas
Existen cerca de 30 causas diferentes conocidas, de las cuáles hay cinco principales:
- Bacterias
- Virus
- Mycoplasmas (gérmenes)
- Gérmenes como pneumocystis (generalmente en pacientes con VIH/SIDA)
- Sustancias químicas.
La neumonía por estreptococos es la neumonía bacteriana más común. Sin embargo existe una vacuna disponible para prevenir esta enfermedad, cuyos síntomas son:
- Escalofríos
- dolor agudo en el pecho
- tos con flema verdosa
- fiebre alta
- sudor
- dificultad respiratoria
- taquicardia
- en ocasiones desorientación por falta oxígeno en la sangre.
El virus de la Influenza puede causar una neumonía grave y a veces puede causar la muerte. El virus invade los pulmones y se multiplica, pero prácticamente no hay señales físicas de que el tejido pulmonar se llene de líquido. Ataca en general a personas con enfermedades del corazón o de los pulmones, o mujeres embarazadas.
Neumonías virales
Sus síntomas son parecidos a los de la gripe:
- Fiebre
- tos seca
- dolor de cabeza
- dolores musculares
- debilidad.
En las 12 a 36 horas posteriores el paciente experimenta:
- Un incremento en la falta de aire
- la tos empeora, produciéndose flema
- fiebre alta
- A veces aparece un color azulado en los labios y uñas
Si se llega a este estado, se requiere una hospitalización de urgencia pues está en juego la vida de la persona.