Como bien sabemos, en las mujeres la producción de hormonas sexuales se detiene en forma abrupta alrededor de los 50 años de edad, resultando en una disminución rápida en el nivel de estrógenos, con cese de la menstruación y pérdida de la función reproductiva, un proceso conocido como menopausia. En contraste con la mujer, la función reproductiva permanece relativamente intacta en el hombre adulto mayor.
Sin embargo, en los hombres hay cuatro hormonas que disminuyen en forma significativa con la edad: testosterona, estradiol, dehidroepiandrosterona (DHEA) y hormona de crecimiento (GH). El proceso de disminución en los niveles de testosterona en los hombres mayores es conocido como andropausia, que se relaciona con un síndrome de deficiencia de andrógenos o hipogonadismo.
[bctt tweet=”La andropausia es el proceso de disminución en los niveles de testosterona en los hombres.”]
Los hombres jóvenes presentan un ritmo en los niveles de testosterona, siendo éstos más elevados por las mañanas y disminuyen por la tarde. Esta variación de niveles disminuye en los adultos mayores, además de aumentar el número de proteínas fijadoras de la testosterona que disminuyen la posibilidad de encontrar esta hormona en la sangre.
La andropausia es un síndrome muy común en hombres que reciben tratamiento para cáncer de próstata e incluye muchos síntomas asociados a la falta de andrógenos, aunque no les dan a todos los hombres. Entre ellos están:
- Disminución de la libido
- Disfunción sexual
- Disminución del bienestar físico
- Disminución de la energía
- Osteoporosis
- Disminución de la fuerza y masa muscular
- Pérdida de vello púbico y axilar
- Fatiga
- Depresión
- Accesos repentinos de calor
- Anemia
- Aumento de la grasa abdominal central
Es muy importante tomar en cuenta que a muchos hombres les cuesta admitir que hay un problema y mucho más aceptar que está asociado con sus hormonas masculinas.
La andropausia se trata a través de la reposición de testosterona, administrada mediante inyecciones intramusculares, vía oral o en gel. Antes y después de este tratamiento es necesario vigilar la próstata para evitar complicaciones.