El embarazo es una de las etapas más hermosas en la vida de una mujer y para que nada opaque esta felicidad, es importante informarse sobre una de las enfermedades que pueden presentarse en esta etapa: la diabetes gestacional.
¿En qué consiste?
De acuerdo a la Asociación Americana de Diabetes, se denomina diabetes gestacional cuando una mujer tiene altos índices de glucosa en sangre durante el embarazo. Esta enfermedad suele presentarse sólo en algunas mujeres y por lo general en la vigésima cuarta semana de gestación.
Síntomas
La diabetes gestacional es asintomática, sin embargo, de acuerdo a la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, en algunos casos se presentan los siguientes síntomas:
- Visión borrosa
- Fatiga
- Infecciones frecuentes, en vejiga, vagina y piel
- Aumento de la sed
- Incremento de la micción (ganas de orinar)
- Náuseas y vómitos
- Pérdida de peso a pesar de un aumento del apetito
¿Cuál es la principal causa?
Según la Asociación Americana de Diabetes, el origen de la diabetes gestacional es incierto, sin embargo, sostiene que una causa probable puede ser la resistencia a la insulina, la cual tiene lugar cuando las hormonas, que ayudan al desarrollo del bebé, bloquean la acción de la insulina en el cuerpo de la madre.
Esta resistencia hace difícil que el organismo de la mujer utilice la insulina, por lo que se ve en la necesidad de una cantidad de insulina hasta tres veces más alta.
Si no hay suficiente insulina la glucosa no puede salir de la sangre y convertirse en energía, por ende, el nivel de glucosa se eleva y se da inicio a la hiperglucemia.
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Consecuencias
- De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) las mujeres con diabetes gestacional tienen mayor riesgo de sufrir complicaciones durante el embarazo y parto.
- Ellas y sus hijos corren el riesgo de padecer diabetes tipo 2 en un futuro.
- Si la diabetes gestacional no es controlada puede ocasionar que el páncreas del bebé produzca más insulina para así eliminar la glucosa en sangre.
¿Qué tratamiento seguir?
A fin de regular los índices de glucosa en sangre, la mujer debe recibir un tratamiento basado en menús especiales y la programación de actividad física.
Por ejemplo, se recomienda una alimentación:
- Moderada en grasa y proteína.
- Con carbohidratos naturales procedentes de frutas y verduras y carbohidratos complejos presentes en el pan, cereal, pasta y arroz.
- Reducir el consumo de bebidas gaseosas, jugos de fruta y panes dulces.
En cuanto a la actividad física es importante que la futura mamá realice ejercicios de bajo impacto a fin de que no ponga en riesgo la estabilidad de su bebé.
Algunos ejercicios pertinentes son:
Asimismo, recuerda que la atención médica durante el embarazo ayuda a evitar que padecimientos como la diabetes gestacional se desarrollen y para ello un control prenatal es indispensable.
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